miércoles, 28 de mayo de 2014

De la expulsión de los moriscos a las Cortes de Cádiz

Los grandes beneficiados de la expulsión de los moriscos del Valle de Ricote fueron una serie de familias foráneas, que aprovechando el vacío poblacional y el abandono de tierras generado tras la aplicación de los decretos de expulsión, se convirtieron en dueñas y señoras del territorio, y a partir de ese momento controlar la vida del Valle, al menos, durante los dos siglos siguientes. El principal ejemplo fue la familia Llamas, que procedente de Mula (Murcia) se asentó en el Valle en el siglo XVII y fue la controladora del territorio, a través de la administración de la Encomienda, durante todo el siglo XVIII.
El próximo viernes, 30 de mayo, a las 22 horas, se inaugura una exposición en Ricote con el título "Los diputados murcianos en las Cortes de Cádiz". El lugar elegido para la exposición no podía ser otro que la casa que fue de esta familia, hoy Ayuntamiento.
¿Que relación hay entre la familia Llamas, Ricote, y las Cortes de Cádiz? Una muy directa, un miembro de la familia Llamas, Pedro de Llamas, fue diputado en aquellas Cortes.
Os dejamos la reseña bibliográfica que nos ha pasado el mejor conocedor de esta familia, el cronista oficial de Ricote, Dimas Ortega López:
Nacido en Ricote en 1737. Militar de carrera. Accedió al más alto rango del escalafón militar en la España borbónica de finales del Antiguo Régimen y comienzos del Liberalismo. Participó en las más importantes contiendas bélicas de su tiempo, en especial la Guerra de la Independencia donde comandóel Ejercito de Levante con importantes méritos de guerra. Participó en politica al final de su carrera al ser nombrado por la Regencia aposentador y logista de las Cortes de Cádiz donde poco después fue elegido Diputado en representación del Reino de Murcia. Terminó su carrera vital en su casa de Archena donde se dedicó a ayudar a enfermos, pobres y víctimas de la cruel guerra antinapoleónica. Murío en Archena el atardecer del 19 de enero de 1923. Enterrado en la cripta mayor de su parroquia pese a la prohibición legal, como señal del agradecimiento del pueblo de Archena.