domingo, 26 de enero de 2014

Una sesión muy especial

Realizar un acto cultural en un lugar de amplio aforo era un riesgo, y ayer lo corrimos. Había un truco, sabíamos que responderíais, y así sucedíó. Más de 150 personas llenásteis el templo parroquial de Ricote para esta cuarta sesión de la conmemoración del IV centenario de la expulsión de los moriscos.
Habíamos buscado un espacio muy especial, un ponente de lujo, a uno de los mayores organistas españoles, y todo ello presidido por don Manuel Palomar Sanz, Rector Magnífico de la Universidad de Alicante.
Todo estaba preparado, pero sin vosotros, sin los que asististeis, todo hubiese quedado en nada.
El alcalde de Ricote, don Celedonio Moreno Moreno dio la bienvenida a los asistentes, y especialmente al Rector, ponente y organista.
Don Manuel Palomar realizó un amplio repaso a las relaciones entre pueblos limítrofes y el carácter de la población dispuesta a superar cualquier límite fronterizo establecido, lo que hizo posible que la mitad de los incursos en el proceso de expulsión pudiesen evitar ese terrible decreto gracias a la protección que encontraron en sus familiares y amigos del antiguo Reino de Valencia. Si hoy la cultura morisca sigue viva en el valle de Ricote, es en buena parte por el asilo recibido en el Reino de Valencia, que le permitió, apaciguadas las aguas, volver a sus tierras desde el vecino reino, algo que no ocurrió con los embarcados en Cartagena.
Uno de los mayores especialistas mundiales sobre los moriscos, el doctor Luis F. Bernabé Pons realizó una conferencia de las que sin duda alguna pueden ser consideradas como magistrales. Utilizó sus extensos conocimientos para hacernos reflexionar sobre los grandes temas que todos los investigadores en algún momento han abordado sobre los moriscos: su grado de conversión, la ocultación de sus prácticas, el alcance de la expulsión, que para el ponente fue casi total, las actuaciones tendentes a buscar la conversión al cristianismo de los moriscos...
Con ser importante lo que el doctor Bernabé Pons aclaró en su ponencia, fue mucho más importante lo que dejó entrever, las dudas que sembró tanto entre los especialistas asistentes como entre el público en general, todo ello tendente a que no se considere el tema morisco como un tema cerrado, conocido, y que no necesita de más investigación, pese a los miles de libros publicados sobre ellos, sino todo lo contrario, sus razonamientos dejaron al descubierto las muchas dudas que todavía quedan por resolver, lo complejo de su estudio, y lo apasionante que 400 años después resulta el estudio de aquellos pobladores, que al menos en el valle de Ricote, nos precedieron.
Y un acto de este nivel había que terminarlo como se estaba desarrollando, a lo grande. Uno de los grandes organistas españoles, Carlos Rafael Pérez, al teclado del órgano del templo parroquial de Ricote, nos deleitó con obras de Correa, Pasquini, Daquín, Stanley, Haendel. Nos quedó Johann Sebastian Bach, pero en la próxima sesión nuestro órgano interpretará composiciones de su viejo amigo, pues no olvidemos que son contemporáneos.
A los que erais de Ricote, esperamos que os quedase un buen recuerdo, a los que erais de fuera esperamos que os lo llevarais, y que volváis, en Ricote vivimos muy bien, os esperamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario