Se acerca la fecha del 25 de enero, uno de los días grandes de la conmemoración. Ese día el conde de Salazar confirmaba a Felipe III la salida de los moriscos del valle de Ricote desde Cartagena, y había que recordarlo de una manera especial. Vamos a comenzar por contar cual será el improvisado auditorio, para continuar en los días siguientes hablando del órgano que sonará y de los protagonistas de la conferencia y del concierto.El templo parroquial de Ricote se comenzó a construir en 1737, ante la necesidad de un nuevo edificio por el estado de deterioro en el que se encontraba el anterior. Se presupuestó en 30.000 reales (por un día de trabajo se pagaban cuatro), y fue construido en menos de cinco años.
Es de planta basilical con cúpula circular sobre el crucero, que se asienta sobre cuatro pechinas decoradas con la imagen de los cuatro evangelistas, y dedicadas a cuatro miembros de la familia Llamas, la principal del Valle durante el siglo XVIII.
Del primitivo edificio, probablemente levantado sobre la mezquita, sólo queda la pila bautismal, un precioso ejemplar esculpido en piedra, en un sólo bloque, y que como consta en ella, fue realizada en 1683.
Del primitivo templo apenas quedan restos de la rica decoración con la que contó, pero lo que nos ha llegado es de gran valor artístico, como son las imágenes de San Joaquín y la Virgen niña, obra de la escuela de Salzillo, y San José y el niño, esta sí, del gran imaginero murciano.
Como siempre hemos dicho, la conmemoración del IV centenario está siendo un trabajo conjunto de muchas asociaciones y particulares, y en este caso hay que agradecer la colaboración que el párroco de Ricote, don Antonio Guillen Campillo, esta teniendo con los actos de conmemoración del IV centenario en este su nuevo pueblo
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