El 19 de octubre de 1613 se dictó la orden de expulsión que puso fin a los últimos restos del Islam español. Ni las alegaciones de los propios moriscos, ni los apoyos de principales del reino, ni la inconsistencia de las acusaciones que sobre ellos pesaron, ni el apoyo del Papa sirvieron para evitar una decisión impuesta por razones de estado y que generó el momento más crítico en la historia del valle de Ricote. Cuatrocientos años después pretendemos conmemorar aquel hecho que supuso el fin de una cultura que contribuyó a crear lo que ahora es nuestro país. Una cultura que nos dejó avanzados sistemas de cultivo, especies arbóreas no conocidas por estas latitudes, monumentos que todavía hoy podemos contemplar, trazados urbanos que recorremos a diario, avances científicos hasta entonces no conocidos en occidente, y en resumen, una forma de vida sin la cual no podríamos entender lo que hoy es España.
sábado, 5 de octubre de 2013
Motivos de una conmemoración
El 19 de octubre de 1613 se dictó la orden de expulsión que puso fin a los últimos restos del Islam español. Ni las alegaciones de los propios moriscos, ni los apoyos de principales del reino, ni la inconsistencia de las acusaciones que sobre ellos pesaron, ni el apoyo del Papa sirvieron para evitar una decisión impuesta por razones de estado y que generó el momento más crítico en la historia del valle de Ricote. Cuatrocientos años después pretendemos conmemorar aquel hecho que supuso el fin de una cultura que contribuyó a crear lo que ahora es nuestro país. Una cultura que nos dejó avanzados sistemas de cultivo, especies arbóreas no conocidas por estas latitudes, monumentos que todavía hoy podemos contemplar, trazados urbanos que recorremos a diario, avances científicos hasta entonces no conocidos en occidente, y en resumen, una forma de vida sin la cual no podríamos entender lo que hoy es España.
